En una ceremonia poco comun, en Berlin, los mecanicos llegaron con el coche desarmado, y lo fueron armando a la vista de todo el mundo a medida que distintas personas iban trayendo las partes, una vez armado y con las ruedas puestas aparecieron los pilotos para poner el volante y dar algunas palabras al publico.
Alvaro Rodríguz De León
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